viernes, 26 de julio de 2019

Tac, tac


Era la mejor escritora del mundo. Había ganado todo. El mundo entero la conocía.

Y ella seguía escribiendo. Sus más cercanos sabían que lo hacía a máquina, pero nunca cuestionaron. Respetaban su soledad.

Tac, tac, seguía ella, incansable.

Y la máquina, siempre hambrienta, sonreía.

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Humor, amor